domingo, 16 de agosto de 2015

"Estimulación y Psicomotricidad"




El movimiento en el ser humano existe desde su fecundación y durante todo su desarrollo a lo largo de la vida. la psicomotricidad no interviene en la etapa prenatal ni en los primeros días de nacido, se inicia cuando se forma la psique del individuo; cuando el movimiento se realiza de manera voluntaria. Antes de esto se llama neurodesarrollo y es la evolución que se presenta a partir de la maduración del sistema nervioso y de la información genética. El movimiento es la base de la psicomotricidad, esto es importante para el bebé porque cada acción que realiza tiene sentido para su desarrollo y aprendizaje.

La psicomotricidad es utilizada como una técnica que favorece el desarrollo integral del individuo.

Al principio, los movimientos de los bebés son sólo reflejos, encontramos reflejos de supervivencia, como la succión, la prensión y la deglución, reflejos posturales, como el de reptación o arrastrarse y el de marcha, entre otros. se presentan como respuestas a un estimulo, no son movimientos voluntarios. 

Existen dos leyes de desarrollo

• Cefalocaudal.- El control progresivo del cuerpo va de la cabeza hacia la pelvis es decir, desde el control cefálico hasta la marcha.

• Proximodistal.- Control del tronco del cuerpo hacia los brazos y las piernas.



Los patrones de movimiento están clasificados en:

- Básicos: de 0 a 18 meses.

- Maduros: de 18 meses a 3 años.

- Manipulativos: de 3 a 6 años.

- De perfeccionamiento: de 6 años en adelante.




Patrones Básicos:

• Control Cefálico: El primero en manifestarse es el control de la cabeza, se presenta de los cero a los tres meses de edad y se consolida aproximadamente en el tercer mes.

• Cambio de decúbito: el bebé logra pasar de una posición boca arriba a una boca abajo y viceversa. Se presenta aproximadamente de los tres a los seis meses de edad.

• Posición Sedente: Se presenta cuando ya hay fuerza en el tronco y el niño logra enderezar- se con una flexión de cadera, apoyándose con el hombro, el brazo y la mano. Se desarrolla aproximadamente de los seis a los ocho meses de edad.

• De sedente a decúbito prono: Cuando el niño logra apoyar sus palmas o brazos manteniendo la cabeza y el tronco levantados. Se presenta de los seis a los ocho meses.

• Reptación o arrastre: Se manifiesta a partir del patrón anterior, pero ahora está involucrado el movimiento de los miembros superiores brazos e inferiores piernas. Al principio, el niño mueve brazos y piernas al mismo tiempo, después logra mover de manera alterna las cuatro extremidades. Precede al gateo y se presenta a la edad de seis a ocho meses.

• De sedente a cuatro puntos y gateo: Se basa en los patrones anteriores y ocurre cuando el niño puede apoyarse en las palmas de sus manos y en sus rodillas. Posteriormente inicia el gateo con movimientos de vaivén hacia adelante y atrás, para finalizar con el desplazamiento. El gateo se presenta de los ocho a los diez meses.

• De posición de cuatro puntos a hincado: A medida que evoluciona el enderezamiento del tronco, el niño va controlando la cadera y los brazos, sobre todo la pelvis, además de que se presenta el equilibrio. Esto ocurre entre los nueve y los once meses de edad.

• De hincado a bipedestación: El niño logra esta posición a partir del patrón anterior; al inicio lo hace con apoyo, tomándose de la cuna u otro mueble. Se presenta de los diez a los doce meses.

• De marcha: Finaliza el proceso de los patrones básicos de movimiento, debido a la maduración del sistema nervioso a partir de la ley cefalocaudal. Se involucran la postura, el equilibrio, el espacio, la estabilidad y la organización corporal.


Patrones Maduros:

• Marcha: A partir de que el niño logra la marcha, irá perfeccionando la direccionalidad, la intención, el equilibrio, los altos totales y la coordinación; poco a poco podrá subir pequeñas rampas y escalones.

• Carrera: Comienza con los intentos de dar velocidad a la marcha. Este patrón también conlleva un proceso, pues al inicio de la carrera hay muy poco despegue del piso e impulso y las extremidades superiores están pegadas al tronco, conforme evoluciona, existe un mayor impulso, despegue del piso vuelo y coordinación entre los brazos.

• Salto: Al igual que el patrón anterior, hay un proceso mediante el cual el niño va despegando los pies del piso, primero de manera alterna y después con los pies juntos, hasta lograr un despegue con impulso, vuelo y aterrizaje, coordinando también sus brazos.





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