La alimentación es un factor determinante en la salud del ser humano.
La edad pediátrica es especialmente vulnerable, debido a que la velocidad de crecimiento en este periodo es acelerado.
Es también, una etapa clave en el aprendizaje y adquisición de los hábitos alimentarios del niño. Por ello, la alimentación del niño debe cumplir tres objetivos:
-Cubrir las necesidades nutricionales que permitan un crecimiento y desarrollo normales.
-Evitar carencias y desequilibrios entre los distintos nutrientes.
- Contribuir a prevenir una serie de enfermedades del adulto relacionadas con la nutrición
La leche materna aporta nutrientes de mejor calidad nutricional que los alimentos complementarios. Aporta (70%) de los requerimientos de energía del niño de 6 a 12 meses.
La buena nutrición de los niños se logra mediante una alimentación correcta, para de esta manera proporcionar cuerpo los nutrientes necesarios para su desarrollo. Por ello, es de vital importancia que una mujer que espere tener un bebé se alimente adecuadamente desde antes de quedar embarazada. Para ello es necesario acudir con un especialista en Nutrición.
Es necesario llevar una dieta muy especial: rica en nutrientes esenciales para el buen desarrollo del bebé y necesarios para que la madre realice sus actividades diarias y no sufra descompensaciones. Esta dieta es específica y diferente para cada mujer, pues depende de sus requerimientos nutricionales y los del bebé.
La nutrición temprana ejerce efectos, tanto a corto como a largo plazo sobre la salud del bebé, al programar su desarrollo inmunológico, metabólico y microbiológico.
Es de vital importancia amamantar a los niños, pues además de que la leche materna contiene diversas sustancias únicas y necesarias para el bebé (nutrientes, células inmunitarias, proteínas, etc.), se ha comprobado que previene la tendencia a diversas enfermedades (como obesidad), notable diferencia en el crecimiento y desarrollo, etc. Los primeros 1000 días de vida son de primordial relevancia para la salud posterior. La alimentación materna proporciona no sólo nutrientes para el desarrollo sino también la interacción crítica física y social.
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